Controlar nuestra hambre emocional durante estos días de confinamiento que estamos viviendo, es esencial para no entrar en un estado de descontrol emocional que nos lleve abrir la nevera cada vez que nos sintamos aburridos, enfadados, cansados o porque simplemente no queramos pensar ahora en cómo me siento. Quedarse en casa activa la tentación constante de tener que prestar más atención a la nevera de la que realmente en tu rutina habitual le prestarías, la consecuencia de estar más atentos a la comida, hace que lleguemos a utilizarla como una vía de escape para ocupar nuestro tiempo.

¿Sabrías diferenciar entre el hambre real y el hambre emocional?

Esta es la clave para poder empezar a poder tomar consciencia de lo que hago, del porqué lo hago y para qué me sirve.

Lo primero, es conocer qué es un hambre emocional y un hambre real:

Hambre emocional:

-Aparece de repente .

-Es urgente. Necesitas comerlo en el momento.

-Sigues comiendo aún estando satisfecho 

-Debe ser exactamente el antojo que se te presenta 

-Luego aparecen sentimientos de culpa y de vergüenza.

Hambre Real:

-Es gradual.

-Sientes el hambre a nivel estomacal, como rugido o vacío.

-Es paciente.

-No hay sentimientos de culpabilidad ni de vergüenza es un hambre más consciente y la disfrutas más.

 -Te hace sentir satisfecho y es más seguro que pares de comer.

Lo segundo, es importante crear una planificación semanal de lunes a domingo con un menú concreto, esto tiene varias ventajas, para los niños que dejen de preguntarnos qué hay de comer o cenar, tenerlo en lugar visible, les ayudará a fomentar su autonomía y para los adultos nos ayuda a crear una rutina nos da un poco de orden y evita que cada día tenga que pensar que tengo que hacer, además, nos ayuda a crear una lista de compra de manera consciente.

Una vez identificado si tienes hambre de verdad o es emocional, es tomar acción. 

Estos 4 Tips te ayudaran aprender a comer con calma y consciencia:

1. Cuando sientas el deseo de comer de forma impulsiva, pon en marcha el cronómetro durante 7 minutos, con está técnica le estas indicando a tú cerebro un objetivo a largo plazo y no que le vayas a prohibir el alimento, que es cuando genera más deseo el querer comérselo. Le estamos diciendo al cerebro, vale perfecto, me apetece unas papas, si dentro de minutos me apetece con las mismas ganas ya iré a por ellas, durante estos 7 minutos aprovecha ese tiempo para distraer tu mente con alguna actividad relajante, como pintar mandalas, escuchar música o llamar a tu mejor amiga. Una vez transcurridos los 7 minutos, pregúntate si todavía tienes ganas de comer. Con esta técnica aumentamos la capacidad de autorregulación emocional ante la ansiedad por querer buscar la solución en la nevera creyendo que comiendo esa guarrería mi malestar desaparecerá ¡Error! al contrario activo mi circuito de recompensa y le enseño a mi cerebro aliviar mi ansiedad a través de la comida; por eso es importante, entrenar tu mente con estrategias que te ayuden poder tener tú el control sobre la situación y no tu mente. Con esta estrategia de los 7 minutos crearás un hábito sano que te ayudará a poder manejar tu hambre emocional y gestionar tu emoción desde la calma.

2.Identifico en ese momento el sentimiento que me está provocando el querer comer, por ejemplo, aburrimiento, enfado, tristeza, para por 30 segundos y visualiza cómo crees que te vas a sentir luego de haberte comido eso que en ese momento deseas, posiblemente te sientas mal e incluso avergonzado/a y te arrepientas de lo que has hecho, por tanto, antes de comer ¡STOP! coge un lápiz y papel y durante 30 segundos escribe en esa hoja que puedes para hacer distraer a tu mente y no alimentar tu ansiedad, por ejemplo, hacer ejercicio ( 10 flexiones, 20 sentadillas etc) hablar con una amiga o mi vecina, darme una ducha, ponerme Tik Tok y hacer un baile,etc.. haz una lista previa que te pueda ayudar anticipar que tareas puedes hacer para poder ayudarte a no entrar en un pensamiento rumiante y de malestar.

3.Hazte preguntas poderosas: ¿Podría esperar sin problemas 30 minutos más antes de comer?¿He bebido suficiente agua? ¿Mi problema se va a solucionar comiendo? ¿He buscado otra forma de cómo enfrentarme a mi emoción?

3.Práctica el autocuidado y la autocompasión, deja de pensar en los “debería” y haz una lista de las cosas buenas que tienes en tu vida y que te hagan feliz, y dedícale tiempo a vivirlas.

4.Práctica alguna técnica de respiración abdominal consciente. Cierra los ojos respira e imprégnate poco a poco de una gran paz interior, como si se tratase de una gran sonrisa interna de color amarillo.

Recuerda, es importante diferenciar para calmar la ansiedad si es un hambre real o un hambre emocional, esto te ayudará a controlar más el impulso y a ser más consciente de cómo deseas sentirte en relación con tu alimentación.

“Porque somos los que comemos, podemos transformar nuestro cuerpo y mente, escogiendo una alimentación inspiradora y saludable, que nos ayude a crear el estilo de vida que deseamos y nos haga feliz”